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Escritos: Para leer si nunca leyó

DESDE EL PRINCIPIO HASTA EL FIN

En su texto de ciencia ficción “La ultima pregunta”, Isaac Asimov plantea una de las inquietudes más esenciales de la raza humana. Con términos propios de un bioquímico, el escritor ruso (criado en Estados Unidos) esgrime una cuestión que atañe al hombre desde su origen: ¿Cuándo se acabará el mundo?

Para ver la evolución de la pregunta y su incapacidad de ser respondida, el cuento avanza por etapas, marcadas por los avances técnicos en relación con las computadoras que controlan el orden de la galaxia: Multivac, Microvac, AC-galáctica AC-cósmica (desde la primera a la última, las máquinas pasaron de estar en el espacio a estar en el hiperespacio y de estar hechas de materia pasan a estar compuestas de algo incomprensible para el hombre). Así, desde los primeros dos expertos en computación que presenta la historia, Adell y Lupov hasta el último Hombre le preguntan a la máquina la misma inquietud que los perturba: “¿Cómo se puede revertir la entropía?” En todos los casos, la máquina responderá lo mismo: “Aún no hay datos suficientes para dar una respuesta esclarecedora”.

Este mismo avance cibernético es paralelo al progreso del hombre en relación con el control de la inmortalidad y de la comunicación mental intergaláctica. De esta manera, la galaxia empieza a súper poblarse, hasta que todo el universo se ve invadido por el ser humano. Después de tres trillones de años de desgaste, el sol se extingue junto con las estrellas y el hombre comienza a fusionarse con la AC. Entonces, sin espacio y sin tiempo, como consecuencia de la desaparición de la materia y la energía, sólo la computadora existe y sólo existe para responder la única pregunta que fue incapaz de contestar.

Cuando parece que la historia termina y que la inquietud queda ahí abandonada en la oscuridad total del espacio, Asimov guiña un ojo. ¿Cómplice? ¿Nos está por dar la respuesta que todos esperamos? No, claro que no. Pero la AC la encuentra, después de recabar datos y de procesarlos, tiene la contestación que todos, en distintas épocas, le imploraron hallar. Sin embargo, no hay ningún hombre a quien pueda decírsela. Entonces, la misma respuesta se encargará de hacerlo. Y la AC, después de organizar el programa para volver Universo al Caos, sentencia: “¡Hágase la luz!”

Y la luz se hace. ¿Renace el cosmos? Sin duda, Isaac Asimov deja, volando en el aire, esa cuestión inherente al hombre: qué sucederá en el futuro.


Por Analía Fernández




Otros textos de ficción de Isaac Asimov:
Yo, Robot
Lucky Starr (serie de novelas escritas con el pseudónimo de Paul French)
Némesis
Cambio! 71 visiones de futuro

El hombre bicentenario